Antonio Roldán

Obra inédita

Cantares y coplas

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La Virgen monta en la burra,
al niño lo lleva en brazos,
San José pisa que pisa
les va siguiendo los pasos.

La Virgen lava y tiende
sobre la jara,
para secar la ropa
el sol se para.

Cógete del brazo,
que vamos los dos
a coger bellotas
para el Niño Dios.

Los angelitos del cielo
las palmas están tocando,
porque la Virgen María
al Niño le está cantando.

San José busca en el agua
pececitos de colores,
y la Virgen por las lindes
viene recogiendo flores.

Sigue, sigue, peregrino,
que tu bordón y tu cruz
van abriendo los caminos
con un reflejo de luz.

A la sombra de un olivo
está llorando Jesús,
y en el limpio azul del cielo,
un pajarillo, en su vuelo,
está bordando una cruz.

En el portal de Belén
está casi el firmamento:
una estrella estaba fuera
y un lucero estaba dentro.

San Jose cantó un fandango
y la Virgen lo escuchaba
y el niño, desde su cuna,
con palmas lo jaleaba.

La noche encendió un lucero
para alumbrar a María
pero luego lo apagó
viendo que llegaba el día

La Virgen lavaba,
el niño dormía,
San José soplaba
las gachas que hacía.

¡Qué alegre se puso el sol
cuando José y María
le pidieron su calor!

En la sierra y entre pinos
está llorando un pastor,
porque se perdió el cordero
que le llevaba al Señor.

San José busca en el campo
flores blancas para el niño,
pero la Virgen le pone
las flores de su cariño.

Cuando el Niño Dios nació
llorando estaba un gitano,
porque no tenía guitarra
para cantarle un fandango.

Lamparita del Sagrario
que ante Dios estás ardiendo:
quisiera ser óleo fino
y alumbrar al Dios divino
hasta irme consumiendo.

Tres Reyes vienen de oriente
por ver a un recién nacido.
Tres Reyes que van buscando
por ver si encuentran su nido.
Del cielo baja una estrella
de las que tienen más brillo.

Cuando la Virgen lavaba
saltaba el niño y corría
y al bueno de San José
la baba se le caía.

Un pastor le lleva miel
y otro queso le traía
y un niño lleva una flor
 para dársela a María.